...Y UNOS COMENTARIOS VERTIDOS
Leyenda: "Un periodista preguntó a la pareja: ¿Cómo se las arreglan
para estar juntos por 65 años? Y ella contestó: "Nacimos en un tiempo en
que si algo se rompía, se arreglaba, no se tiraba a la basura".
En todas las época ha existido un poco de lo mismo. Hombres fieles y
mujeres fieles. Hombres infieles y mujeres infieles. Aunque, en honor a la
verdad, la mujer, en general, ocupaba, y ocupa aún, y guardando las distancias
desde diferentes aspectos y puntos de vista, una posición muy poco reconocida,
misma vez que no muy digna.
Sin embargo, si tocamos el tema del matrimonio per
sé, el que los creó, varón y hembra los creó, y les dio funciones a cada uno. Y
cuando los creó, los hizo con el mismo nivel de dignidad: "a imagen de
Dios, y conforme a la semejanza de Dios" (y en ese entonces no existía la
religión)
Pero más adelante, encontramos al hombre, y a la mujer por supuesto,
bajando de su dignidad al desobedecerle y más tarde mintiendo a Dios. Y eso es
pecar. Así que, queridos amigos, tanto el hombre como la mujer se hacen
indignos delante de Dios, pues alguien que miente no es digno de confianza, lo
mismo que alguien que desobedece.
Y el hombre, al ser la cabeza y quien debe
ejercer el mando de dirección y responsabilidad, entre otras cosas, siendo que
fue la mujer quien primero yerra (peca), impuso toda la carga de
responsabilidad sobre ella. De ahí, los abusos, menosprecios,
desconsideraciones, irrespetos, desconocimiento de sus derechos, etcétera,
hacia ella.
Empero, muchos tomaron el buen camino. Muchos reconocieron y
honraron su papel. Muchos mantuvieron, al volverse en obediencia y servicio a
Dios, su dignidad. Muchos temieron a Dios, es decir, le amaron y respetaron, y
estuvieron dispuestos a pagar el precio.
Esta pareja es un ejemplo, y no me
parece que ella se expresara de esta forma tratando de tapar a su compañero,
pues me luce una mujer valiente y sincera. Ella no dice que no han existido
problemas. El hecho que se refiera a cosas rotas y arregladas significa,
entiendo yo, que posiblemente existieron desavenencias (¿pleitos?),
incomprensiones, maltratos, desconsideraciones, ¿separaciones? es casi seguro,
ya que ella habla de roturas o de que algo se quebró; pero hubo perdón y
reconciliación.
Perdonar, comprender, aceptar, entender; eso es amar.
El matrimonio
tiene un color rosa, pero las rosas tienen espinas. Unas veces te deleitas
contemplando su belleza, entre otras cosas muy gratificantes como abrazarse y
besarse y hacerse una sola carne; y otras veces recibes la punzada espinosa e hiriente, y
tienes que enfrentarte a las desavenencias propias de dos personas de carácter,
temperamento y personalidad distintos, cuyo principal objetivo en su vida de
estar juntos, debe ser hacerlos congeniar. Eso es amar.
Conocer los defectos
(¿?) de cada uno y dibujarlos bonitos, pintarlos por encima con un color que
nos agrade o dejar de observarlos y hasta olvidarlos para siempre, eso es amar.
Amar, es la tarea más noble del ser humano.
Vivir mirando los defectos (¿?),
fallas y menudencias de los demás, es egoísta, humillante y una indicación de
orgullo malsano. Eso es pecar, a sabiendas de nuestra propia maldad, de que también nosotros hacemos el mal, hasta con el pensamiento, porque quién puede
asegurar que no alberga en lo íntimo de su ser maldad.
El hombre y la mujer son
uno, no dos; aunque lo parezcan.
Tú debes buscar ese hombre o esa mujer que te
debe acompañar, de modo que se complementen, para formar ese equipo que los
haga crecer y ser uno. Pero si no sabes trabajar en equipo, no te debes casar.
El matrimonio es un trabajo en equipo, además de ser UNA BENDICIÓN. Hasta luego.