¿Qué es la
motivación? La motivación no es un objeto que puedas coger o regalar.
¿Qué significa
estar motivado?
La motivación
tampoco parece un estado invariable, sino una cualidad que surge precisamente
del movimiento, cuando éste tiene intención y sentido.
Fuente: http://www.outsourcingadvisors.ro/wp-content/uploads/2013/10/Outsourcing-advisors_Motivation_ana-maria-peticila.png
En primer
lugar, es interesante notar que podemos generar motivación en dos direcciones:
cómo me gustaría estar (a qué me acerco) y cómo no quiero estar (de qué me
alejo). Puedo viajar porque quiero conocer mundo, o porque no soporto la
realidad de mi país, ambas perspectivas pueden mover hacia el cambio y en este
caso, además, son compatibles.
El asunto sería
diferente si quisiera conocer mundo pero, al mismo tiempo, no me gustara la
idea de estar lejos de mi familia y amigos. En este caso ambas direcciones
parecen incompatibles (quiero viajar fuera de mi país, pero no quiero verme
lejos de mi entorno) y pueden aparecer problemas si la situación no se
reestructura. Es bastante común encontrarse en estas situaciones, por un lado
nos queremos acercar al desarrollo, pero por otro nos queremos alejar de la
inseguridad, distorsionando nuestra motivación. Utilizando una metáfora, la
motivación se puede comparar con la energía o el combustible de un vehículo que
nos mueve hacia donde queremos llegar y nos aleja de donde no queremos estar.
Si todas las ruedas giran en la misma dirección, avanzaremos. Pero si unas
ruedas avanzan y otras dos retroceden, entonces tendremos serias dificultades
para movernos con sentido.
Otros dos
factores son fundamentales: la ilusión por alcanzar tu objetivo y tu confianza
en ser capaz de lograrlo. Si quieres, pero crees que no puedes, te desanimarás.
Si puedes, pero no quieres, no irás a por ello. Si quieres, y puedes,
probablemente lo consigas. Si no quieres, y no te ves capaz, mejor pensar en
otras cosas que te puedan motivar, y mejor hacerlo cuanto antes para evitar
dinámicas destructivas. No es difícil imaginar el malestar que pueden producir,
especialmente cuando aparecen juntas, la falta de ilusión y la desconfianza en
las propias capacidades. La habilidad de motivar es la capacidad de no
estancarse y generar movimiento en las direcciones apropiadas, en ti mismo y en
los que te rodean.
En caso de no
vernos capacitados para conseguir nuestras metas, podemos intentar diferentes
soluciones: gestionar la rabia, superar la frustración, aumentar nuestra
confianza y/o mejorar nuestras habilidades. Incluso, cuando sea conveniente,
replantearse objetivos iniciales más asequibles. En este caso podemos aplicar
la frase: “si tienes un buen porqué, encontrarás el cómo”. Esto no significa
que cualquier ‘cómo’ vaya a darte resultado, ni siquiera que lo vayas a
encontrar pronto. La motivación es importante para impulsarnos a donde queremos
ir, para mantenernos en el camino, pero una buena estructura nos va a facilitar
mucho las cosas: el mejor combustible no moverá un vehículo que tenga ruedas
rectangulares en el techo, los pedales en el motor y el volante en el maletero.
Cuando el
problema es la falta de ilusión, cuando no sabemos lo que queremos, cuando
confiamos en nuestros ‘cómos’ pero no tenemos ningún ‘porqué’, entonces
experimentamos sensaciones negativas de apatía y desgana. Sensaciones
diferentes a las del primer caso, pero no menos incómodas. En este caso también
es provechoso estructurar y organizar los propios pensamientos, sentimientos y
acciones, para que conecten en armonía con nuestros principios y valores.
Ésta es una
habilidad que resulta muy útil para motivar y motivarse a nivel personal y
profesional. La psicología, en general, y los modelos formales DBM®, en particular, ayudan a entender ‘cómo’ estructuramos y organizamos
nuestras experiencias. En este caso los modelos hacen la función de mapas que
nos sirven para interpretar nuestra realidad y ayudan a generar ‘porqués’
cargados de ilusión, intención y sentido, para cada persona en su contexto
particular.
“Nuestra principal motivación
para vivir es nuestra voluntad de encontrar sentido en la vida”
En definitiva,
es muy importante que te conozcas, que seas consciente de tus capacidades y
valores, que desarrolles tus ilusiones e intereses, que seas capaz de
estructurar tu espacio y organizar tu tiempo de forma que tu desempeño diario
tenga sentido y te mantengas en la dirección deseada. Para finalizar, un último
aspecto a tener en cuenta: la motivación y la desmotivación pueden actuar como
si fueran contagiosas. Otro buen argumento a favor de la importancia de
motivarse y motivar: conseguir mejorar tu vida y la de los que te rodean.
“Tu futuro es creado por lo que haces hoy, no mañana”.
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