La neurociencia explica el poder de la *Gratitud* en nuestro cuerpo. Cuando generamos sentimientos de gratitud en nuestros pensamientos, activamos el sistema de recompensa del cerebro, localizado en un área llamada 'Nucleo Accubens'.
Este sistema es responsable por las sensaciones de bienestar y placer en nuestro cuerpo. Cuando el cerebro identifica que algo bueno sucede, que existen cosas en nuestra vida que merecen reconocimiento, y somos agradecidos por eso, se libera Dopamina, un importante neurotransmisor que aumenta la sensación de placer. Por eso, las personas que manifiestan gratitud, viven en niveles elevados de emociones positivas, satisfacción con la vida, vitalidad y optimismo. La gratitud debe ser construida por nuestros pensamientos.
Genere el reconocimiento interno, pensando en sus logros. Por la vía neural, la gratitud estimula las vías cerebrales para la liberación de otra hormona llamada Oxitocina, que estimula el afecto, trae tranquilidad, y reduce la ansiedad, el miedo y la fobia.
Ejercitar el sentimiento de la gratitud, disuelve el miedo, la angustia y los sentimientos de rabia. Ayuda a controlar los estados mentales tóxicos e innecesarios. Nuestro cerebro no es capaz de sentir, al mismo tiempo, gratitud y angustia. Usted es quien debe escoger qué sentir. Ocupe su estado interno, y ejercitese diariamente con la gratitud. Inicie sus días con una actitud positiva, agradeciendo por todo.
Por las mañanas, experimente pensar en los diversos motivos que usted tiene para sentir gratitud, y termine su día reflexionando sobre las acciones o pensamientos que le darán placer. Dios nos manda a ser agradecidos. La gratitud y el amor, son formas de reconocimiento. Cultive la gratitud en su corazón y viva más y mucho mejor.
Colosenses 3: 15
Dios les bendiga!
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