A veces, nos queda alguna pieza o pedazo de pan al merendar, y al día siguiente decimos: "este pan está duro". Y es muy probable que si lo este. Pero pensando en ello y en una reflexión del psicólogo Wilder Hernández, quiero compartir esta reflexión contigo...
▪El pan no está duro, duro es no tener pan.
Parece mentira, pero, somos especialistas en quejarnos, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo..."el pan no está duro, duro es no tener pan".
¿Qué quiere decir esto?
▪Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo.
▪Que tener el carro dañado no es duro, duro es no tener un carro.
▪Que por tener el carro dañado y tener que caminar a tomar el bus, ¿eso es duro? No, eso no es duro, duro es no tener piernas. Duro es no poder caminar.
▪Comer arroz con sardinas no es duro, duro es no tener comida.
▪Perder la causa en alguna causa familiar no es duro, duro, y créeme que muy duro es perder un familiar.
▪Decir te amo, mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o a un féretro, donde ya no tienen sentido las palabras.
▪Quejarse no es duro, duro es ser malagradecido.
Hoy es un buen día para dar gracias a Dios por la vida; por lo que tenemos. Y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien. Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con Dios.
Anónimo.
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