UN MANUAL PARA ENTENDER A LAS MUJERES.

Me acabo de enterar que  escribieron un "Manual para entender a las mujeres". 


Debe ser una broma. 


Aunque esto no es motivo de broma, ya que nuestra madre, o nuestra hermana, o nuestra hija, es una mujer. 


Con los asuntos serios y trascendentales, no se bromea. 
Sin la mujer, es imposible darle continuidad a la vida. 
No sabía que a las mujeres había que entenderlas. 


Es evidente que, para escribir este "manual" no consultaron al que las creó; pues, de otro modo, se hubiesen dado cuenta que el que las creó las llamó "Ayuda idónea" y "Compañera"; es decir, "Adecuada", "Completa", "Sin tacha", "Bien dispuesta", Única en su clase", "Sin sustituto", "Apropiada" para ser el aliado perfecto del hombre, el cual, no es bueno que esté solo. 


Ante este descomunal regalo, Dios ordenó al hombre que tiene que ser "cabeza de su mujer", "su guía", "su cuidador", "su protector"; debe "sustentarla", "cuidarla", "amarla" y "morir por ella". 


Si no puedes cumplir con esto, por favor, quédate solo; pues no a todos les he dado, sino solo a los que lo pueden recibir. 


Los que no lo pueden recibir es porque son incompetentes y no están capacitados para tal fin. Para recibirlo, hay que ser un hombre. 


El Señor Jesucristo dice: "No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos". "No todo el que se dice ser mi discípulo, lo es".


Pues sepan, ciertamente, que no todo el que se dice ser hombre lo es. 


Dios les bendiga!